Prueba 5: La Caverna de la Duda Permanente

Donde cada decisión se desmorona antes de ser tomada


Euphoris dejó atrás las ruinas del fracaso, pero el peso de sus decisiones pasadas aún resonaba en su mente.

El aire cambió de nuevo: ahora era espeso y sofocante, como si estuviera atrapada en una tormenta sin viento. Frente a ella, apareció la entrada de una caverna inmensa, cuyas paredes eran de una piedra negra y lisa que absorbía la luz.

Sin otra opción, Euphoris avanzó.

Dentro de la caverna, el silencio era tan profundo que podía oír el eco de su propia respiración. Pero cada vez que intentaba moverse, el suelo parecía desaparecer bajo sus pies, como si el mismo camino se rehiciera constantemente.


El Laberinto de la Duda

Mientras avanzaba, se dio cuenta de que los túneles se dividían una y otra vez, multiplicándose sin fin. Cada paso parecía abrir nuevas bifurcaciones, todas idénticas, todas igualmente inciertas.

De repente, ecos de sus propios pensamientos comenzaron a resonar en la caverna:

“¿Y si eliges mal?”
“¿Y si te pierdes para siempre?”
“¿Y si todo lo que haces es en vano?”

Euphoris se detuvo, inmóvil.
El miedo de equivocarse la dejó paralizada.

Entonces, la voz de Alyktor surgió desde lo más profundo, suave y envolvente:

“La incertidumbre es interminable.”
“No importa qué camino elijas… siempre dudarás.”
“¿Por qué seguir avanzando si nunca sabrás con certeza lo que te espera?”

Las palabras se convirtieron en cadenas invisibles, que ataban sus pies al suelo. Cuanto más pensaba, menos podía moverse. La parálisis era absoluta.


El Poder del Espejo

Desesperada, Euphoris sacó el espejo de Atenea, aunque no esperaba respuestas. ¿De qué serviría aquí?

Se miró…

Y esta vez, no vio certezas.

Vio dudas…
… pero también coraje para enfrentarlas.

Vio caminos cerrados…
… pero también el poder de abrirlos.

Vio miedo…
… pero también decisión.


La Transformación

Entonces recordó lo que Hermes le había dicho al principio de su viaje:

“La duda se desvanece cuando das el primer paso.”

Con una determinación inesperada, Euphoris dio un paso adelante, a pesar de no saber qué dirección tomar.

El suelo sólido volvió a aparecer.

Con cada paso que daba, los túneles se reconfiguraban, despejando el camino frente a ella.

La incertidumbre no desapareció… pero dejó de tener poder. Su decisión de avanzar rompió el hechizo.

Alyktor apareció por última vez, frustrado y debilitado:

“¿Qué te hace pensar que sabrás qué hacer la próxima vez?”

Euphoris levantó el espejo y respondió con calma:

“No necesito saberlo.
Decidiré… y encontraré el camino.”

Con esas palabras, la caverna se desmoronó, dejando un sendero claro y abierto que se extendía ante ella.


Lección Integrada:

La duda es parte de la vida. Nunca habrá certezas absolutas, pero el coraje para actuar es más fuerte que cualquier incertidumbre. El primer paso siempre abre el camino.


Desde las ruinas de la caverna, Euphoris vio una nueva senda abrirse bajo sus pies. Con más claridad y su quinto aprendizaje ganado, se preparó para el siguiente desafío.