logo caminos posibles

No es una crisis. No es tristeza.
Es algo más lento:
la costumbre de vivir disfrazado.

Te has adaptado tanto al papel
que ya no sabes cómo eras antes.

Todo funciona.
Pero tú vas en modo apagado.
Cumples.
Y mientras más cumples, más te alejas de ti.

¿Por qué no basta tenerlo todo?

Porque no hay alineación.
Hay contradicción.

Por fuera, todo encaja.
Por dentro, todo chirría.

Una parte de ti dice “sí”
mientras otra grita por dentro “esto no”.

Y lo haces cada día.
Vas, respondes, mantienes.
Pero a cambio de algo que no se ve:
te traicionas un poco más.

Tu cuerpo hace lo correcto.
Tu voz dice lo que se espera.
Tu cara aguanta.

Pero hay un hueco ahí,
un desfase,
una grieta entre lo que muestras y lo que eres.

Eso es lo que duele.
No el vacío.
La incoherencia.

Qué es esto

No es desarrollo personal.
No es crecimiento.
No es “mirar hacia dentro”.

No te va a hacer sentir mejor.
Tampoco te va a resolver nada.

Es otra cosa.
Un corte.
Un lugar donde se cae el disfraz.

Donde dejas de justificar lo que vives.
Donde dejas de llamarlo normal.
Donde ya no puedes seguir diciendo que todo va bien.

Y cuando eso pasa,
lo anterior ya no se sostiene.

No necesitas empezar de cero.

Solo dejar de fingir que esto te vale.

No es un proceso.
Ni una experiencia.
Es una grieta.
Y una vez que se abre,
todo lo anterior queda en evidencia.

Esta web aún está en construcción.
No hay estructura definitiva, ni ruta trazada.
Solo fisuras.
Pero por ahí empieza todo.